jueves, diciembre 09, 2010

Mi ojalá


Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia siga siendo milagro que eriza tu cuerpo.
Ojalá que la luna siga brillando en ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá nunca olvide tu mirada constante,
tus palabras precisas, tu sonrisa risueña.
Ojalá pase algo que te grabe de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me quede tu vientre,
y que verles a ellos sea verte a ti siempre,
en todos sus segundos, en todas sus acciones:
ojalá que no pueda olvidar tus canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.